El Programa GAMER – La Era de los Sheitans – Capítulo 12 – La élite de los videojuegos

—¡Pongan mucha atención, esta información es de vital importancia para su supervivencia, fallar en esto podría costarles la vida!

El instructor se encontraba frente a un grupo de sesenta y tres videojugadores o, como eran llamados por todos en el búnker, GAMERS. Los alrededor de treinta mil videojugadores que habían llegado a Blossom hasta aquel momento habían sido divididos en secciones y grupos para así proporcionarles un entrenamiento más adecuado. Tras la llegada de la primera flotilla de reclutas, el éxito, al menos en cuanto a su poder de convocatoria, había sido excepcional; eso sin contar con las decenas de miles de videojugadores interesados en formar parte de los GAMERS, que aun esperaban la apertura de nuevas plazas.

El entrenamiento tenía que ser realizado en formato exprés pues no quedaba mucho tiempo; habían pasado ya casi dos meses desde que el Programa GAMER fuese aprobado en aquella junta entre los líderes mundiales, lo que daba poco menos de dieciséis meses para que se cumplieran los cálculos de Bushnell respecto a la pérdida de elementos militares. Todo el proceso de entrenamiento trataría de «apretar» varios años de preparación regular en apenas unos doce meses totales, contando el tiempo ya transcurrido. La meta era poco alcanzable de acuerdo a las predicciones de analistas y estudiosos, en especial de los detractores del Programa GAMER; sin embargo Bushnell y Baer confiaban que la experiencia simulada previa de los GAMERS en los videojuegos aceleraría la adquisición de rutinas y conocimientos básicos por lo que, de acuerdo a sus estimaciones, doce meses debería ser suficiente para tenerlos en buena forma física y familiarizados con el uso de armas.

—Debo admitir que no esperaba un éxito así, completamos sin problema la cuota que nos habíamos propuesto y más reclutas llegan diariamente.

El doctor Bushnell observaba complacido, desde alguna distancia, los distintos «salones de clase», o al menos eso parecían dada la juventud de la mayoría de los reclutas; en dichas aulas se impartían algunos conocimientos básicos de combate como diagramas que explicaban el funcionamiento de armas, la manera de mantenerse a salvo en algunas situaciones de peligro y cómo tratar ciertas heridas. Se mostraba orgulloso de «su proyecto» pues aunque el creador original era William Higginbotham, a su muerte eran él, junto a su asociado Baer, los responsables directos del éxito o fracaso: a sus ojos el éxito era notorio.

—Sorprendente y explicable. Los videojuegos han condicionado la mente de sus aficionados durante décadas, inundándolos de ideas de combate en contra de alienígenas, la salvación del mundo y el rescate de personas en peligro. Imprimieron en la mente de los videojugadores un concepto de heroísmo desde que eran niños, manipulándolos de modo que sientan que ellos son la clave para la salvación, o al menos para que deseen ser figuras heroicas. Es justamente como Joseph Campbell dijo en su «camino del héroe».

El doctor Baer era un gran estudioso de la cultura, las artes y las ciencias, para muchos era el cerebro detrás del Programa GAMER mientras que Bushnell era el corazón del mismo.

—¿El camino del héroe? —Preguntó Bushnell, quien usualmente no gustaba dedicar mucho tiempo en investigaciones que no fueran directas a la que estuviese ya realizando.

—Sí, es un concepto ideado por el profesor Campbell: Aquel designado a ser el héroe debe superar diversas pruebas antes de alcanzar la victoria, transformándose a sí mismo en el proceso. Es la estructura básica de la mitología, los cuentos de hadas e incluso las películas y claro, también los videojuegos manejan el mismo tipo de estructura argumental. —Respondió flemáticamente Baer.

—Vaya, eso sería entonces la base sobre la que Higginbotham fundamentó su teoría, ¿o me equivoco?

—No se equivoca mi querido amigo, Higginbotham inició el proyecto a inicios de la década de 1960, algunos años después de las publicaciones de Skinner acerca del condicionamiento operante. Campbell publicó su obra «El héroe de las mil caras» en 1949. Las investigaciones, tanto de Skinner como de Campbell, fueron el sustento sobre el cual el Proyecto Higginbotham partió. Debería cultivarse un poco más en la historia de nuestro proyecto.

—Vamos, vamos, no me hable de forma tan condescendiente mi apreciado Baer, —respondió Bushnell sonriendo; —me conoce bien, sabe que no me interesan muchas cosas pero una vez que las conozco nunca las olvido.

—Jamás me atrevería a ser condescendiente con el poseedor de un ingenio como el suyo, sólo pienso en lo mucho que la humanidad pierde debido a desinterés por situaciones más allá de las que tiene frente a sus ojos.

—Me halaga doctor, me halaga.

—En cualquier caso, es este «monomito», implantado en la mente de los seres humanos a lo largo de toda nuestra evolución, el encargado de solidificar nuestras ideas de gloria o sueños de grandeza. Gracias a esto es que fue relativamente fácil el conseguir tan buenos resultados en nuestro programa.

—Es como toda esa parafernalia religiosa, ¿no es así?

—Es usted muy perspicaz mi amigo, claro que sí, los símbolos religiosos como Buda, Cristo, Moisés, Sansón, Hércules, Prometeo, Siegfried, todos ellos siguen precisamente este patrón descrito por Campbell. Todos los héroes deben sufrir las fases de Separación, Iniciación y Retorno. En este momento nuestros cadetes han culminado su fase de Separación; desde el momento en que inició el fin del mundo y salieron de sus hogares rumbo a lo desconocido, al Programa GAMER, se alejaron de las comodidades y ambientes familiares que limitaban sus capacidades. Todos ellos hubieron de ver como su mundo ordinario era destruido y, después, fueron llamados a la aventura gracias a nuestra iniciativa, algunos inicialmente se habrán rehusado pero eventualmente llegaron aquí, al vientre de la ballena. Se encuentran ahora en la fase de Iniciación donde tienen mentores que les otorgarán los conocimientos para convertirse en los héroes que algunos de ellos están destinados a ser, han cruzado el umbral que los separaba de sus mundos ordinarios y se han conectado a este nuevo mundo extraordinario, mágico, que no creíamos fuera posible en la vida real; a partir de ahora, se encontrarán diversas pruebas, conocerán numerosos aliados y habrán de toparse con peligrosos enemigos, quienes les dotarán de la confianza y experiencia necesarias para salir avante de las peripecias que están por afrontar valientemente, bueno, eso según la estructura clásica del mito.

—Es usted sumamente optimista colega, eso es lo que esperamos que pase, en efecto. —Respondió nuevamente Bushnell mientras trataba de ocultar una sonrisa sarcástica que dejaba entrever que, aunque tenía confianza en su proyecto, estos cadetes eran como conejillos de indias a sus ojos, ciertamente no pensaba que todos sobrevivieran para gozar de las recompensas tan jugosas que se les habían prometido.

—Por supuesto, esa es la teoría. Esperemos todos ellos puedan alcanzar la fase de Retorno. Al menos a mis ojos todos son héroes por el simple hecho de estar aquí.

—Lo mismo opino amigo mío.

Ambos habían llegado especialmente para observar cómo era la interacción de uno de los grupos que se acababan de conformar: el Grupo 1, que era el que les causaba mayor interés al ser donde Sharon, la número uno del mundo de los videojuegos, había sido asignada para recibir su entrenamiento junto con otros destacados videojugadores. Estando en la cima de la lista de reclutas a obtener, había sido una de las primeras en llegar, teniendo ya oportunidad de demostrar a los directivos sus habilidades en varias ocasiones; Bushnell y Baer consideraban que era el ejemplo ideal para medir el potencial del Programa GAMER y deseaban ver su progreso para informarlo a los líderes mundiales.

Se encontraban dentro de la Barraca 1, un complejo habitacional destinado originalmente para los soldados apostados en Blossom, lugar a donde fueron llevados los primeros cinco mil cadetes en llegar. Dentro de la zona se encontraban las habitaciones, las cuales habían sido modificadas para ser similares a las de una fraternidad de una Universidad de modo que fueran más cómodas y privadas para los jóvenes reclutas. Aunque al momento del acondicionamiento teórico, de los entrenamientos y durante las convivencias de los períodos de descanso, no había separación entre hombres y mujeres, pues todos convivían en las mismas instalaciones; no compartían los espacios habitacionales los cuales estaban diseñados para albergar a cuatro personas. De este modo pese a que hombres y mujeres interactuaban libremente durante las horas de actividad, llegada la hora de dormir eran separados para evitar «cierto tipo de complicaciones»; cualquier tipo de contacto entre ellos fuera de las horas de práctica era motivo de castigo.

A los ojos de Bushnell y Baer, el Grupo 1 era el más interesante de todos pues contenía a varios elementos destacados de quienes se esperaban los resultados más interesantes, mas no todos ellos eran parte de esa «elite» del videojuego. Con el objetivo de medir de forma precisa las diferencias de habilidad previa que pudieran existir y compararlas con los progresos que se alcanzaran (lo que reforzaría o refutaría la hipótesis de Bushnell y Baer) habían intercalado a los GAMERS de acuerdo a un criterio inicial en que la mitad de cada grupo de la Barraca 1 sería conformado por los mejor calificados durante las tutorías, mientras que la otra mitad era conformada por aquellos cuyos resultados fueran inferiores tomando siempre una discrepancia de diez puntos; así cada grupo en la mencionada barraca contaba con una cuota de elementos súper dotados y otra de aquellos en la escala baja, y sin duda el Grupo 1 era el que habría que ver debido a quienes lo conformaban.

Sharon era la estrella no sólo del Grupo 1 sino de toda la Primera Generación a la que pertenecía. Era el centro de atención de los mentores, de sus compañeros, de Bushnell y de Baer. Sin embargo no era la única jugadora destacada. Sus compañeras Brooke e Ingrid también habían sido reclutadas y estaban con ella en el Grupo 1; tristemente Grethel, la otra integrante de Prämenstruelles Syndrom, fue una de los millones de víctimas fatales en su país, hecho que afectó seriamente a las tres chicas, quienes tuvieron que sobreponerse a su pérdida, en especial Brooke quien no supo de su deceso sino hasta que las tres volvieron a reunirse en Blossom.

Ingrid era una chica de veintitrés años y considerada como «muy escandinava»; su cabello era casi color plateado, largo y lacio, de ojos grises, borrosos y pequeños, cejas muy finas, del mismo color de su cabello y que a veces parecían desaparecer de su rostro. Era de elevada estatura, la mujer más alta de todos los GAMERS pues llegaba a los 1.84 mts. Visualmente parecía una valkiria, una guerrera de las nieves que imponía con su presencia. Verla junto a la pequeña y rojiza Brooke era una experiencia casi cómica. Su gran estatura la podía hacer ver un poco gorda más definitivamente no lo era; poseía anchas caderas aunque no era muy voluptuosa, así como un abdomen relativamente plano. Verla era como observar una estatua de la Diosa Freyja, una experiencia tanto bella como aterradora para aquellos que conocen un poco de dicha deidad. A Ingrid sólo le faltaba un casco con cuernos para culminar una imagen que infundiera miedo y respeto. Sus características físicas, si bien hubieran sido muy apreciadas en el modelaje, no le eran de tanta ayuda cuando se trataba de su trabajo como videojugadora profesional; aunque no se le podía considerar fea, superaba por mucho la estatura media de las mujeres y era más alta que el promedio de hombres. Su expresión en el rostro tampoco le ayudaba a conseguir citas en la época antes del fin del mundo pues parecía un poco «mal encarada». Gustaba vestir de forma sencilla pues se sentía un poco acomplejada de su gran cuerpo, por lo que el uso del uniforme de entrenamiento no le era desagradable, no obstante, por el momento utilizaba uno de hombre pues no tenían uniformes femeninos de su talla. Su personalidad no era nada similar a su apariencia pues era dulce, amable y sumamente tierna. En Prämenstruelles Syndrom, Sharon era la dominante, Brooke la divertida, Grethel (Q.E.P.D.) la seria e Ingrid la amable a quien todas acudían cuando tenían algún problema emocional. Sus resultados en las tutorías eran mejores que los de Brooke aunque muy inferiores a los de Sharon. Tenía precisión al momento de disparar así como un extraordinario control de la cadencia de fuego y resistencia al culetazo del arma, seguramente debido a que era fuerte entre las mujeres.

Gustaba de usar armamento pesado en las pruebas ya que era de las pocas que podían cargarlo y controlarlo. Su papel en el equipo durante las competencias era similar, brindando el mayor poder de fuego. Poseía un buen control emocional y gran manejo de sí misma bajo presión aunque realmente no excedía demasiado en otros rubros. Su expediente decía: «Fuerte para ser mujer, de fácil relación con otras personas, gusta seguir las reglas y recibir órdenes las cuales cumple al pie de la letra. Falta que destaque en algo en particular, importante ponerla en buena condición física para explotar sus cualidades».

Además de las chicas, actuales campeonas en su especialidad de First Person Shooter; el rival de Sharon, Kl4ws, también formaba parte de los jugadores de «elite» del Grupo 1; Kl4ws era su «nombre de guerra» o apodo en los videojuegos. Era un joven de veinticinco años, bien parecido, bastante alto, alcanzando los 1.87 mts; con el cabello del color de la paja, un poco largo y desarreglado, aunque eso de forma intencional pues era el look hipster que deseaba dar; de mirada fría y severa e impecablemente afeitado. Se encontraba en extraordinaria forma física pues, al igual que pasaba con Sharon, le era económicamente redituable el verse bien; según sus patrocinadores, hacía que el videojugador se viera «cool» y que el resto deseara ser como él. Sus características físicas, mezcladas con su éxito como videojugador profesional, le habían hecho subir la fama a la cabeza por lo que muchas veces se comportaba como un patán, desconsiderado, frívolo y grosero; rasgos que lo hacían ser desagradable en muchas ocasiones. No era paisano de Sharon, sin embargo ambos hablaban el mismo idioma nativo, hecho que les ocasionó grandes discusiones pues podían entender lo que el otro dijera en cualquier momento. Era el único GAMER en Blossom en negarse a proporcionar su nombre real pues, incluso a los líderes mundiales, les exigía le llamasen Kl4ws (Claws – Garras). Tales exigencias aunadas a su desagradable personalidad lo hubieran llevado a ser expulsado del programa, más eso jamás iba a suceder pues fue personalmente reclutado por Bushnell y Baer. Fue alguna vez el mejor jugador del mundo en los First Person Shooter pero además de eso, era un especialista. Kl4ws era un Speed Runner. Se trata de una actividad de gran dificultad que requiere precisión milimétrica en los movimientos con el control, así como un conocimiento total de la mecánica del juego y máximo aprovechamiento de los ambientes y recursos que el propio videojuego brinde. Kl4ws poseía varios récords de tiempo y era el máximo exponente en su especialidad.

Sus resultados en las tutorías fueron casi tan impresionantes como los de su rival, demostrando un extraordinario manejo de los ambientes y una velocidad de reacción, pensamiento y precisión superiores a las de Sharon, sin embargo no la alcanzó en cuestiones como su estabilidad emocional pues frecuentemente se alteraba y cometía errores; tampoco era tan bueno en «leer» las intenciones de sus oponentes, acción que hacía que Sharon pareciese como si de antemano supiera lo que su enemigo iba a realizar y así se anticipaba al movimiento. En su expediente se podía leer lo siguiente: «Extraordinaria habilidad para usar su entorno, gran velocidad de pensamiento. Importante tener sumo cuidado con su conducta impulsiva, tendencia a la indisciplina y a la generación de conflictos dentro del grupo».

Pese a que tenía lo necesario para ser mejor que Sharon, le faltaba la frialdad de la chica, sus emociones le traicionaban y cometía errores que podrían ser graves, tanto en el videojuego como en un campo de batalla real. Sin embargo eso no cambiaba el hecho de que Kl4ws era considerado una pieza clave para el éxito del programa.

Reolf era un GAMER un poco crecidito para los estándares actuales, pues la mayoría de sus similares cursaba su segunda década de vida mientras que él ya se encontraba iniciando la tercera. Ciudadano local aunque habitante de las tierras del norte del país, por lo que hubo de hacer un largo viaje para llegar a Blossom. Tenía al momento de los sucesos treinta y tres años de edad. No era un jugador profesional sino un sujeto que se hiciera famoso mediante la distribución de videos por medio de internet. Reolf era un furioso videojugador de la vieja escuela que se especializaba en terminar juegos particularmente difíciles y que no se detenía ante ninguna complicación en lograr su cometido. A Reolf le imitaban miles de sus seguidores alrededor de la red mundial de información, quienes lo veían como «la voz del pueblo». Su visión no era lo óptima que se deseaba pues padecía miopía severa, por lo que usaba unos gruesos anteojos de pasta que llevaba puestos a todo momento, poseía también una incipiente calvicie frontal; el poco cabello que le quedaba era castaño oscuro, muy delgado y frágil, mismo que llevaba bastante corto y luciendo su amplia frente (incrementada día a día con cada cabello que perdía). No era muy alto ni se encontraba en gran forma física, pero no era ni cerca uno de los casos más extremos. Aunque abusaba de las malas palabras al enfadarse, no era un sujeto conflictivo ya que sabía seguir las reglas además de ser cordial aunque tímido con sus allegados. Indistintamente de su habilidad para completar retos difíciles y su enorme dedicación para dominar cualquier complicación, era un líder nato, sumamente apreciado por sus seguidores en tiempos pre apocalipsis; fue ese aspecto el que le permitió convertirse rápidamente en líder de escuadrón pues sus compañeros estaban dispuestos a obedecerlo y lo seguían en todo momento; asimismo Reolf tenía gran dedicación por sus camaradas, a quienes apreciaba con todas sus fuerzas, por lo que se le consideró el indicado para dirigir. Sus resultados en la tutoría fueron buenos aunque considerablemente inferiores a los de Kl4ws. Sobresalía en su capacidad convocatoria y liderazgo, cada que hablaba era escuchado, alcanzó calificaciones sobresalientes en aspectos como tenacidad y capacidad de observación del entorno, así como la posibilidad de encontrar patrones de conducta y movimiento. Por otro lado era proclive a enfurecerse cuando las cosas no salían como deseaba, tampoco era particularmente hábil en combate directo más era un factor que confiaban podría mejorar tras su entrenamiento. Su expediente rezaba: «Habilidades naturales de liderazgo; importante rodearlo de compañeros capaces y desarrollar su capacidad física».

—¿Supervisando a alguien en especial doctores?

Las palabras, dichas con un tono alegre e irónico, fueron escuchadas desde las espaldas de Bushnell y Baer. Provenían de un extraño sujeto de mediana edad, mediana estatura y mediana impresión, más su currículo no era nada mediano.

—¡Teniente Edium, qué gusto que haya venido! —Replicó Bushnell frotándose las manos y dirigiéndose sonriente al recién llegado. —Temía que no le interesara nuestra humilde solicitud por haberse hecho tan apresuradamente.

—No rechazaría una invitación de caballeros tan distinguidos como lo son ustedes mis queridos amigos. —Respondió Edium sumamente sonriente, abrazando al mismo tiempo a los dos hombres de ciencia, quienes devolvían la cortesía.

—Mírelos bien teniente Edium, este grupo, todos ellos, aquí están quienes van a hacer la diferencia; si alguien salvará a la raza humana, no dudo que esa persona está aquí. —Baer dijo seriamente y sin dejar de ver a los cadetes mientras tomaban sus lecciones.

—¿Hablan ustedes en serio? —Dijo Edium mientras observaba a cada uno de los jóvenes que alcanzaba a distinguir. —Se ven muy ordinarios, no me parecen tan sorprendentes a primera vista. ¿Quiénes están ahí?

—No se deje engañar por las apariencias querido teniente. Mire bien, ¿alcanza a ver a la chica rubia que está al frente? Su nombre es Sharon Reuter, recuérdela muy bien, se lo aseguro teniente, ella podrá vencer en un mes a cualquier militar, por más experimentado que sea, que usted le ponga enfrente. Si sigue como hasta ahora pudiera ser quien nos salve a todos. —Comentó nuevamente Baer sin dejar de observarla.

—Pero ella no es la única sobresaliente amigo mío, tenemos en este grupo al menos a veinte GAMERS que superan ampliamente al resto y que, con el entrenamiento adecuado, podrían ser tan hábiles como el capitán Cyrus. Ese Kl4ws por ejemplo, es un patán insoportable, pero sus habilidades son increíbles. —Añadió Bushnell.

—Sin olvidar al resto del equipo de Sharon. Sus amigas Brooke e Ingrid trabajan muy bien junto a su líder, son como una máquina bien aceitada. También ese Reolf, el nerd de lentes, es un suceso fuera de lo común, le sorprendería cómo logra atraer seguidores sin esforzarse, la mitad del grupo ya lo sigue ciegamente y todos hacen silencio cuando él está por decir algo; no será tan bueno a nivel individual como los otros dos pero con sus habilidades de liderazgo bien podría ser el mejor recluta que tenemos aquí. —Dijo nuevamente Baer. —Y no olvidemos al otro.

—¿Cuál otro? —Preguntó Bushnell. —¿Hay otro más que es especial?.

—¿No ve el asiento vacío de la esquina izquierda? Los grupos de la Barraca 1 están conformados por sesenta y cuatro reclutas pero hay un asiento vacío, sólo hay sesenta y tres en este momento; uno no ha llegado.

—¿Se refiere al sujeto que rescataron de las ruinas? —Preguntó nuevamente Bushnell.

—Así es colega, no recuerdo su nombre, se trata de un sujeto por demás extraño, se va de aquí sin decir palabra; ya se ha escapado algunas veces del campamento y hemos tenido que mandar a buscarlo al bosque, pero tiene casi el mismo nivel que Sharon y Kl4ws.

—Todo es muy interesante doctores pero, ¿podría saber para qué se me mandó llamar? —Interrumpió Edium.

Lorte Edium era un famoso instructor militar, tenía en su currículo la notable estrella de haber sido el segundo soldado más condecorado de su época, que era cuando Cyrus comenzó a destacar, en otras palabras, era el único en pisar los talones del legendario capitán. Edium era un hombre de mayor edad que Cyrus, ya iniciando su sexta década de vida. Tenía la piel sumamente tostada por el sol, el cabello tupido, canoso y peinado de lado, de brazos cortos pero musculosos y complexión fuerte, así como una cara simiesca. Era el único de los miembros consagrados de la milicia a quien no se le forzaba a llevar una estricta etiqueta militar, Edium podía vestir lo que quisiera y su prenda de elección siempre eran los pantalones deportivos, tenis y camisetas. Quien se lo topara en medio del campamento podría pensar que no se tratase más que de un desgarbado sobreviviente que tuvo la fortuna de llegar a Blossom, sin embargo era un elemento de gran importancia para las fuerzas armadas. Edium era también conocido como «El genio de la preparación física», jamás había sufrido alguna lesión y sus alumnos siempre destacaban en cuanto a su fortaleza y resistencia. Por tal currículo resultaba ser el sujeto ideal para preparar a un grupo de personas en tan mala condición, quizá sería el único que podría llevar a un grupo de individuos tan ordinarios a un nivel de alto rendimiento en el escaso tiempo con que contaban.

—Disculpe que lo mantuviéramos en vilo por tanto tiempo querido teniente Edium, mi colega y yo nos emocionamos cuando vemos los alcances de nuestra investigación y perdemos el sentido de lo que íbamos a decir. —Le dijo de la forma más amable que podía.

—¿Ve este grupo amigo Edium? Estos jóvenes son muy importantes, consideramos que ellos son la mejor oportunidad para que la humanidad sobreviva y creemos que usted es el indicado para manejarlo. —Añadió Bushnell nuevamente.

—¿Yo? Doctor Bushnell, honestamente creo que mi sistema no es apto para novatos, no podrían resistir la intensidad de mi método; he hecho llorar a atletas consagrados, he quebrado más voluntades que la Gran Depresión Económica. Si este grupo es la esperanza de la raza humana, el dármelos podría romper toda salvación.

—Es por eso que usted es el indicado. —Interrumpió Baer sin mirarlo. —Estos jóvenes, estos hombres y mujeres, todos ellos tienen la capacidad para enfrentar una situación como la que estamos viviendo, lo sé. En sus mentes, en simulaciones que llevan sus procesos de pensamiento al límite, todos han superado ya cantidad de obstáculos que llevarían a la locura a cualquier otra persona. Lo que necesitamos ahora es que lo que saben hacer en sus cabezas, lo que han hecho tantas veces en simuladores, sus cuerpos lo puedan llevar a cabo; si queremos que sean los mejores deben ser entrenados por el mejor y ese es usted, supera incluso al capitán Cyrus cuando se trata de método y sistema.

—No lo sé mis estimados amigos, ¿están seguros que podrán soportar mi método?

—Si no lo hacen entonces es el fin de todo. —Sentenció finalmente Baer.

—¡JAJAJA! Disculpe a mi colega, el doctor Baer es serio y ominoso aún en situaciones frívolas, más aún cuando nuestra supervivencia está en juego. —Rió Bushnell. —Teniente Edium, en efecto, consideramos que sin su entrenamiento estos jóvenes no sobrevivirían una semana en el campo de batalla, son ellos, su éxito, lo que motivará al resto de los miles de cadetes. Ellos serán el ejemplo, el máximo a alcanzar.

—Es imposible negarse cuando le hablan a uno con tales palabras de alabanza, accedo a hacerme cargo de ellos tan pronto ustedes lo consideren pertinente, sólo espero que estos jóvenes sean tan buenos como ustedes dicen pues, de ser sólo una fracción menos capaces, los destrozaré y todo estará perdido. —Edium observaba al grupo mientras mantenía una expresión de incredulidad pues no podía creer que un montón de nerds fuesen capaces de detener el fin del mundo.

—Teniente Edium, está usted salvando a la humanidad.

Bushnell terminó de decir esas palabras de agradecimiento al momento que un fornido joven pasaba corriendo a su lado en dirección al grupo. Era el recluta que faltaba, mismo que se había desaparecido de los entrenamientos por algún tiempo, acción que le era conocida desde que llegó. El joven se limitó a decir un silencioso «con permiso» al momento que atravesaba el pequeño grupo conformado por Bushnell, Baer y Edium; y se dirigía al interior del salón, rumbo a la esquina con el asiento vacío, al lado del cual se encontraban tímidamente sentados Néster, Jurgen y Lewis, quienes formaban parte de la mitad «mediocre» del Grupo 1, y no por suerte. Los tres amigos se quedaron pasmados al verlo, pues lo conocían y pensaban estaba muerto, Lewis no daba crédito a lo que veía.

—¡¿G… Gabe?!

—¡Hey! ¿Qué onda carnal?

El nombre del recluta faltante era Gabe, el hermano a quien Lewis creía muerto al ser destruido su departamento cuando éste permanecía al interior. Gabe se limitó a sonreírle al momento de saludarlo, junto al resto de sus amigos, para simplemente llegar a sentarse como si nada hubiera pasado nunca, como si los viera todos los días y su presencia no le representara nada especial o diferente, dejando a Lewis y al resto de los «mediocres» totalmente perplejos.

—¿Este tipo quién es y por qué se le permite entrar al salón al llegar tan tarde? No puedo creer este nivel de indisciplina. —Juzgó cruelmente Edium al observar a Gabe.

—Es el que faltaba, —dijo seriamente Baer, —el jugador sesenta y cuatro.

—¿El que rivaliza con las habilidades de Sharon y Kl4ws? No veo qué tenga de especial. —Murmuró secamente Bushnell dirigiéndose a Baer, quien ya había hablado muchas veces acerca de él.

—Doctor Bushnell, teniente Edium, queridos amigos míos, él es la razón por la que el Programa GAMER existe en primer lugar, él es el primer GAMER del Programa.

Al no recibir respuesta de ninguno de sus dos interlocutores, Baer se apresuró a añadir carraspeando.

—Este chico de veinticinco años es el único de los aquí presentes, incluidos la mayoría de los experimentados militares, que ha matado a un sheitan, sin armas de fuego, con sólo sus manos.

—Seguramente exagera usted colega, incluso el capitán Cyrus se ha visto en dificultades al enfrentar a esos monstruos y él es el mejor soldado que hay en el planeta. —Comentó un sorprendido doctor Bushnell, quien no se esperaba una respuesta así.

—Y aun así lo que le digo es verdad. —Respondió Baer. —Por fin recuerdo su nombre, se llama Gabe, fue encontrado en las ruinas de una ciudad al sur de aquí, una de las más grandes y de las primeras en ser atacadas. No alcanzó a escapar a tiempo cuando iniciaron las evacuaciones. Lo encontraron en el fondo de las ruinas de un edificio departamental en el que nadie más pudo sobrevivir.

—Eso es algo que no es tan fuera de lo ordinario, mucha gente pudo sobrevivir en esas condiciones antes.

—Pero él no sólo sobrevivió, al menos no de la forma usual en que la gente normal lo haría, —nuevamente Baer hizo una pausa para juntar aire y dar a su comentario un sentido épico. —Cuando lo encontraron estaba en un estado totalmente salvaje y tenía el cadáver de un sheitan a sus pies, era pequeño para los estándares de esas criaturas, quizá no haya sido mucho más que un crío, pero no dejaba de tratarse de un sheitan. Por si desean saber más detalles, el cuerpo de la criatura no estaba… entero, creemos que este chico se lo había estado comiendo.

Esas últimas palabras del doctor Baer causaron cierta risa de parte de sus dos compañeros pues sonaban totalmente descabelladas. Tanto Bushnell como Edium se encontraban incrédulos por lo que Baer continuó su soliloquio.

—Era de esperarse que les causara risa, pero me conocen bien y saben que no bromeo, nunca, bajo ninguna circunstancia. Los soldados que lo rescataron quedaron tan perplejos como ustedes y tuvieron problemas para controlarlo. Cuando lo llevaron al campamento más cercano les causó extrañeza a los médicos del lugar y, tras algunos análisis físicos y mentales, así como alguna terapia para regresarlo a la normalidad, comprobaron que él había matado al sheitan con sus propias manos y que, en efecto, se había comido unos pocos trozos de la criatura de unas zonas más blandas que alcanzó a cortar.

—Sin duda es una historia sorprendente… y un poco cómica diría yo, pero no veo cómo pudiese tener relevancia con el Programa GAMER. —Dijo nuevamente el cínico doctor Bushnell.

—Es ahí donde entran en juego los resultados de las pruebas psicológicas. Cuando Gabe narró lo que le pasó le pidieron explicase en detalle cómo había sido capaz de matar un sheitan sin ningún tipo de armamento sofisticado. Contó que el edificio había sufrido daños muy serios, mismos que lo dejaron atrapado al interior de las ruinas junto a esta criatura que había resultado severamente lastimada durante el derrumbe; Gabe la estuvo evitando lo mejor que pudo, aprovechando que el sheitan se enfocaba en devorar algunos cadáveres y cazaba a los heridos; como el tiempo pasaba y no le llegaba ayuda, y se le terminaba la comida que lograba encontrar, decidió que su única esperanza era comérselo a él (risas), contó que pudo notar un patrón de movimiento y comportamiento en la bestia, a la que se mantuvo cazando por algunos días, esperando que «se vendiera» …según sus palabras.

—¿Se vendiera? —Preguntó Edium a Baer. —¿Qué tipo de frase es esa? —Añadió divertido.

—Es una frase que él usa para referirse a esperar una oportunidad de ataque, un movimiento en falso o un error de su oponente. Me causó risa cuando lo escuché, no lo niego; —Reprimió una risita, —tras algún tiempo esperando encontró una oportunidad y se lanzó al ataque cuando la bestia estaba devorando el cadáver de uno de los vecinos del chico; así fue capaz de atacarlo por la espalda con unas rocas y aplastarle el cráneo. Cuando por fin entró en razón y le preguntaron cómo había sido capaz de lograr tal cosa, Gabe simplemente respondió: «sentí que era como jugar un videojuego» Y tras esa respuesta el encargado me mandó llamar para analizarlo pues sabía de mi interés en el tema.

—Vaya, que historia tan… fascinante. —Culminó Bushnell.

—Y que lo diga mi buen amigo. Fueron esas acciones de Gabe las que me pusieron de vuelta en el Proyecto Higginbotham. Tras algunas entrevistas que tuve con él me dijo que era un ávido videojugador, apasionado diría yo, Dijo que se sintió como si jugara un videojuego de Tactical Espionage Action, así fueron sus palabras. Después de eso fue que lo llamé y el resto lo conoce bien mi querido colega.

El cómo una persona normal, sin entrenamiento militar, fue capaz de matar un sheitan con sólo sus manos era un misterio. No había sido el primero en intentarlo pues, en todo el mundo, miles de personas, fuertes y entrenadas en artes marciales, habían intentado defenderse de ellos, la mayoría resultando muertos o severamente heridos en el proceso. Lo que hacía diferente a Gabe del resto de esos pobres infortunados era su experiencia en los videojuegos.

Gabe era un rollizo y bajito videojugador, muy parecido físicamente a su hermano Lewis, con los mismos ojos de loquito, ceja poblada y cabello oscuro, el cual llevaba sumamente corto de los lados y en picos verticales en la parte superior. Antes del fin del mundo gustaba pelear en un club de peleas de artes marciales mixtas, si bien no tenía mucho tiempo practicando dicho deporte, le encantaba pelear y, al parecer, era bueno en ello. El entrenamiento le había hecho conseguir más fuerza que la de su hermano, más destreza y una mejor condición física. Sin embargo no se le podría llamar ya un verdadero atleta, se encontraba en esa extraña fase en que todo gordo se encuentra cuando entra al gimnasio, esa fase en que no se puede decir si el sujeto es gordo o fornido. Sus brazos eran bastante gruesos y se le podía notar que era fuerte, más no era realmente musculoso. A primera vista parecía un «tanquecito». Era apenas un centímetro más alto que Lewis, no tenía la circunferencia elíptica de su hermano más era bastante grueso de cuerpo. Como ya lo mencionó el doctor Baer, Gabe es el primer GAMER que formó parte del Programa GAMER. Llegó a Blossom poco después que Baer, contó su experiencia con el sheitan directamente al Presidente y su logro fue clave a la hora de que el mismo aprobase la reapertura del proyecto Higginbotham. Antes de la llegada de cualquier otro recluta, Gabe ya se encontraba ahí, entrenando.

A diferencia del resto de sus compañeros, Gabe no participó en tutorías como las del resto de los GAMERS, en lugar de eso fue evaluado directamente por Baer mediante una serie de ejercicios comparativos con algunos soldados regulares; sus resultados fueron alentadores y eso formó el prototipo de lo que las tutorías se convertirían, así como la escala de medición que se usaría en el proceso de selección. Destacó en su capacidad de combate, movimientos, uso del entorno y concentración. Esos resultados más tarde serían convertidos en la media con la que el resto de los GAMERS serían calificados a la postre. Sin embargo no todo fue excepcional con este joven. Al momento de las pruebas prácticas presentó una extraña condición en que se aislaba completamente del mundo exterior, enfocándose únicamente en el objetivo que tenía en frente. Esta condición, a la que llamaron jocosamente, «Haciendo el Gabe», le permitía al susodicho entrar en una especie de «zona especial», en que sus habilidades llegaban al tope y no se detenía hasta que su oponente fuera destruido. Pese a que sonara como un «poder especial» o «transformación» envidiable, tenía el impedimento que se convertía en un sujeto imposible de dirigir, que no recibía órdenes ni funcionaba en equipo. Al «hacer el Gabe» se salía por completo del alcance de cualquier tipo de comunicación, tanto de sus mentores como de sus compañeros.

Su expediente personal, el primero en existir por cierto, decía lo siguiente: «Aceptable capacidad física, fortaleza, resistencia, buenas habilidades en combate cuerpo a cuerpo así como uso inteligente del entorno. Difícil hacerlo trabajar en equipo, se aísla de sus compañeros».

—Quizá sea un elemento capaz pero… ¿No creen mis señores, que es demasiado indisciplinado?

—Lo reconozco teniente, Gabe es un sujeto difícil; afortunadamente la suerte está de nuestro lado. ¿Ve a ese chico robusto que está atrás de él? —Dijo Baer refiriéndose a Lewis. —Es su hermano mayor, cuando nos llegó el reporte que el hermano de Gabe estaba interesado en formar parte de nuestro programa decidimos integrarlo en el mismo grupo que él, quizá pueda ayudarlo a encajar.

—Eso espero, de verdad. Bien, debo admitir que es una historia sorprendente. —Comentó un honestamente asombrado teniente Edium. —Si todos estos jóvenes son como él puedo ya ver por qué tienen tanta confianza en ellos.

Baer y Bushnell se limitaron a sonreír al mismo tiempo que el teniente Edium hacía un repaso mental de aquellas personalidades sobresalientes que acababa de conocer, mismas que, a partir de aquel momento, eran su responsabilidad.

—»Sharon, Kl4ws, Reolf, Gabe, Brooke, Ingrid, sin contar cuántas sorpresas más me podré encontrar en este grupo conforme los entrene, tantos diamantes en bruto». —Pensó Edium, sin compartir sus pensamientos a los dos investigadores.

Los expertos en First Person Shooter como Sharon y sus compañeras, los Speed Runners como Kl4ws y los líderes en potencia como Reolf no eran los únicos especialistas del Grupo 1.

Los videojuegos habían entrenado por años diferentes habilidades en los videojugadores, habilidades que podrían ser de suma utilidad para el Programa, dichas capacidades eran un reflejo de diferentes rasgos de personalidad, mismos que podían explotarse en beneficio del combate que enfrentaban; por ello fueron categorizados para hacer uso de sus cualidades.

Algunos videojuegos, por sus características particulares, dotaban a los GAMERS de una inusual habilidad para medir los tiempos adecuados y realizar reacciones en cadena mediante la ilación de diversos movimientos. Estas habilidades podían ser de utilidad si se usaban en cuestiones físicas y ambientales. Pese a no ser realmente un destacado en ello, Lewis era considerado como de este tipo de GAMER.

Otros videojuegos, los del género «Stealth», incentivaban a sus jugadores a desarrollar la paciencia, el timing y la precisión. Estos juegos exigían movimientos pausados y planeados de antemano y desarrollaban zonas del cerebro que incentivaban al análisis minucioso de situaciones. Los aficionados a estos juegos son individuos cuyos rasgos de personalidad prefieren la soledad y el no ser notado por los demás, habilidades que pueden resultar muy útiles en esta situación. Jurgen era considerado como este tipo de GAMER, sus capacidades naturales le permitían pasar desapercibido pues nadie nunca lo notaba, no era raro que asustara a alguna persona al acercarse sin hacer ruido, lo que muchas veces era sin intención.

Algunos videojuegos parecen desear frustrar a sus aficionados y les hacen administrar recursos limitados, eso proporciona una alta capacidad de administración de recursos, pensamiento lateral y resolución de problemas abstractos. Sus habilidades y fortalezas les podían convertir en miembros de gran utilidad en campañas largas y soluciones potenciales a problemas difíciles, Brooke tenía mucho de ello.

Los videojuegos brindan una alta capacidad de revisión de las características, análisis de sus partes y sus interrelaciones, los defectos, los patrones y rutinas. Los videojugadores son personas muy «cerebrales», introspectivas y tendientes a sobre analizar situaciones aunque éstas sean poco relevantes. Reolf era destacado en este aspecto.

Sin duda los mayores beneficios que aportaban los videojuegos al programa eran los aprendizajes obtenidos en los llamados First Person Shooter que, a fin de cuentas, eran lo más cercano a un entrenamiento militar que se tenía en aquel momento. Eran los expertos en esos juegos los que conformaban a la mayoría en el Programa GAMER, eran ellos el tipo de jugador que principalmente buscaban Bushnell y Baer. Los aprendizajes obtenidos en esos títulos eran variados y conformaban diversos tipos de soldados potenciales; había algunos que eran solitarios, buscaban realizar todo por su cuenta mediante simple fuerza bruta y poder de fuego avasallador, precisamente como Gabe. Algunos más tenían alta capacidad de movimiento y precisión, disfrutan del desarrollo de planes de ataque, estrategias y comandar a otros, justamente como Sharon. Otros habían desarrollado precisión extrema, eran los odiados «Snipers» o «Cazadores», «Campers», personas que prefieren alejarse del grupo, encontrar una posición ventajosa y eliminar a cualquiera que se cruce en su línea de tiro utilizando rifles de largo alcance. Se trataba de jugadores que habían desarrollado una extraordinaria paciencia y relación «ojo – mano» para actuar en el momento indicado, así como de gran habilidad para conocer el terreno. Eran esas y muchas más, las habilidades que se creía que los videojuegos podían otorgar, características que diferenciaban a los aficionados a los juegos de video por sobre el resto de la población, ellos habían adquirido ya habilidades que estaban grabadas en sus mentes, a la espera de algo que los haga dispararse; y sólo faltaba que sus cuerpos estuvieran listos para responder, en eso participaba el entrenamiento de Edium.

El teniente no podía más que imaginar las posibilidades de preparar a tantas nuevas y diversas capacidades. Sabía que era él quien tendría que identificar las fortalezas de cada uno de estos sesenta y cuatro jóvenes reclutas, que tendría que detectar cómo los videojuegos los habrían preparado, qué habían dejado de hacer o les faltaba pulir; sería necesario un análisis profundo y detallado de cada uno de ellos, de sus habilidades, características individuales, relaciones interpersonales y resultados en la práctica. Se venían tiempos muy ocupados y muy interesantes. Así se encontraba el viejo teniente cuando fuera sacado de sus pensamientos por unos estremecedores gritos no muy lejos del lugar.

—¡MUÉVANSE, MUÉVANSE, IDIOTAS! —Se escuchó a lo lejos. Las alarmantes palabras venían de una aguda voz de sobra conocida por la mayoría de los miembros de las fuerzas armadas, provenía del cabo Paxon, quien ingresaba al búnker completamente cubierto de sangre y fuera de sí; venía acompañado únicamente por Ricco, quién no estaba en mejor condición aunque sí mucho más tranquilo. No había nadie más con ellos salvo un calcinado cuerpo que era trasladado acostado en la base de la Oruga.

—¿ESTÁ MUERTO? ¿ESTÁ MUERTO? —Decían miembros del cuerpo médico que se acercaban a él rápidamente. Un cuerpo carbonizado e inmóvil se podía observar en medio de los dos militares, una figura muy conocida y respetada, ahora en un estado casi irreconocible; sería un milagro que Cyrus siguiera vivo.

Bushnell, Baer y Edium observaban incrédulos como el servicio médico trasladaba el cuerpo del capitán, junto con Paxon y Ricco, únicos sobrevivientes del equipo de incursión, rumbo a la clínica. Los dos marines parecían estar relativamente saludables, Cyrus por su lado no tenía muchas esperanzas de sobrevivir.

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